33 Peucalhué desaparecido
Peucoalhué desaparecido
Habían pasado, muchos colores,
demasiados, fueron los días.
Varios cielos, estrellas, lunas y soles,
incertidumbres, muy desconocidas.
Los lirios se animaron, a preguntarle a la rosa,
quien aún altiva, también se extrañaba.
¿Por qué tanta quietud? Que sin mariposas,
el jardín estuviera ¿En enmarañada?
Una margarita, más amiga se animó,
y acercándose despacio, le preguntó:
si acaso, el halcón, era el responsable,
enojándose, ¿Por ser poco amables?
La rosa roja, se entristeció,
y de su corola tersa, un la´grimón escapó.
Dijo ignorar lo sucedido, pero a su halcón amado,
no le comprendía, el haber escapado.
Fue entonces, el pastito quien habló:
aduciendo evitar temor o tristeza,
pues al estar pegado al suelo, escuchó,
el ave rapaz, estaba de pereza.
El carmín de rosa, se intensificó,
y la margarita, retando se enojó.
Los alelíes hablaron para consolar,
pues ellos, habían escuchado una verdad.
Contaron a todo el jardín entero,
que debían ser más solidarios, buenos amigos.
Peucoalhué, se encontraba en un estero,
porque un veterinario, lo había intervenido.
En lucha con otras aves rapaces,
que querían al jardín, destrozar,
había defendido y luchado, pero otras capaces,
un ojito, le habían podido dañar.
Ante tal noticia, la rosa sintió desmayar,
y las margaritas, al unísono comenzaron a ventilar.
Aparecieron mariposas, para poder ayudar,
y unos colibríes, comenzaron a cantar.
Consolaron en conjunto, todo el jardín,
a la bella rosa, que había perdido el carmín.
El halcón veloz, soberbio ejemplar,
pronto, por fuerte, llegaría al lugar.
Rescataron, el intenso amor,
que cura todos los males, con alegría.
Y cuando llegó por fin, el albor,
todo el jardín… inició su algarabía.
Renée Escape
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